viernes, noviembre 11, 2011


LOS NIÑOS PESADOS
Heavy metal en el incipiente camino
Gauchos de Acero – Sigue la ruta (RS Discos - 2011)

Quien no supo de ellos en algún momento de nuestras cotidianas vidas. Sea a través de la televisión, sea a través de los nuevos medios interactivos. Estos ignotos niños, convertidos por el paso ineludible del tiempo en relucidos adolescentes, se dieron a conocer universalmente por el año 2006. “Desde Salta para el mundo” podría rezar un efectivista slogan. La inocente y desinteresada estrategia consistió en subir videos caseros a internet donde el trío versionaba a Iron Maiden, Sepultura y Black Sabbath, entre otros famosos números metaleros. El resultado es bien conocido, siendo el hito más grande que la movida rockera local pudo alguna vez vivir. Como se lee en diversos portales electrónicos, Gauchos de Acero es una “banda formada por niños, que componen y tocan como grandes”. Protagonizada por Emilio (guitarra y voz), Agustín (batería) y Martín (bajo y coros), esta inusual historia de nuestra centuria continúa tras una serie de presentaciones en vivo (algunas televisadas a nivel nacional), contactos que cualquier fanático del género ni en sus sueños juntó, y un primer esbozo discográfico llamado “Sembrando el Metal" (2008).

Sigue la ruta es la segunda placa que, tras años de vivencias y forjada experiencia, incita el ingreso de la banda a un aparente período de profesionalidad. Durante su compacta grabación en el estudio Sueño en Gotas, las 15 canciones obtenidas están inscriptas dentro del heavy clásico, aunque con retoques de death metal y oscuro rock. Con una lista de obvias influencias musicales, envueltas siempre entre calaveras y cadenas, las composiciones no se alejan demasiado de los estándares previsibles (“Devorando rutas” o “Lucha criolla”). Los tradicionales riffs y acoples dirigidos, algunos acordes abiertos (“Sigue la ruta”, o la encubierta en melodía pop “Sin rencor”) mas esmerados solos de guitarra, dirigen todo el tándem en un creciente estado de virtuosismo. Algunas baladas como “Murales” o “Ruidos del alma” bajan unas velocidades, intentando evitar la monotonía propia de toda ruta interminable. Acompañado por sobrias bases en bajo, baterías a doble bombo (algunas desajustadas) y voces ultra clásicas, el sonido del álbum se mantiene dentro de los límites metaleros. Distorsión bien cuidada.

En el transcurso del álbum, y como colorido rasgo de identidad sonora, se percibe una imagen marcada por lo autóctono con ritmos y rasguidos de músicas populares en clave norteña. Temas como “Sigue la ruta”, “En mi pueblo” o “Salamanca” ostentan compases y acercamientos folclóricos, sin dejar de lado la fuerte naturaleza heavy. Aventurada costumbre aunque con la licencia propia de las bandas del interior argentino. Autorización que brinda la posibilidad de travesear en casa con tus propios juguetes y ser aceptados como originales en la extranjerizante escena nacional. Incluso si se hace por una mera imagen resultadista, tocando solo de oído. Marketing metalero que se transforma en incógnita a develar en estos neo gauchos de la era tecnológica. Hoy los hermanos Jorge se dieron cuenta de que ya no son niños. Atrás quedaron los impresionables shows amateurs para millones de cibernautas y los quince minutos de fama. Hoy los adolescentes de acero, vestidos de negro y subidos a feroces motos choperas sobre el asfalto, buscan dar señales de madurez.

Federico Rodríguez Lescano

Más información en www.myspace.com/gauchosdeacero

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